Que manera de aprender más fácil que un juego, y mejor aun si ese juego lo diseñas; me gusta mucho este trabajo porque me hace sentir que puedo ser gestora de sonrisas, de entretenimiento, de una manera de integrarse y logra mostrar mi potencial.
Un juego de cartas con un personaje peculiar y nada fácil de olvidar, un glotón de primera y amante como yo de ese delicioso manjar que es la lasagna, un regordete naranja con rayas; nada más que Garfield.
Nacido en 1978, mucho mayor que yo, pero aun vivo y nada que decir de su reconocimiento, como él ninguno. Este bello gato, su estilo gráfico, sus trazos y colores, dieron vida a las cartas, cada una diseñada con la técnica de espejo para poder verlas al derecho como se tomen.
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